Sierra Destino Futuro es un modelo de ciudad diseñado específicamente para Sierra de la Ventana, basado en un profundo análisis de sus condiciones, necesidades y oportunidades. La propuesta obtuvo el Primer Premio en el Concurso Internacional para el diseño del Masterplan de la ciudad. El proyecto promueve la transformación de Sierra a través del urbanismo regenerativo, una visión que combina desarrollo, innovación e infraestructura sostenible, adaptándose al territorio y preparándolo para diversos escenarios futuros.

La propuesta imagina una nueva forma de vida, vinculada al concepto de slow living, que fomenta un estilo de vida saludable y consciente, en estrecha conexión con los paisajes serranos. Con una fuerte identidad territorial y un renovado sentido de comunidad, Sierra Destino Futuro busca aprovechar las ventajas de habitar una ciudad de pequeña escala con servicios complejos. El plan integra una mezcla equilibrada de viviendas diversas, equipamientos, espacios para el ocio, la salud y la cultura, junto con estrategias de preservación ambiental que refuercen la relación entre ciudad y naturaleza.

El plan maestro se estructura a partir de una visión integral y estrategias orientadas a construir un entorno resiliente, conectado y atractivo. Se propone una ciudad que promueva prácticas ecológicas, con infraestructura verde y azul que proteja los recursos naturales, y que fomente paisajes productivos para fortalecer la economía local mediante actividades agrícolas sostenibles y generación de energías limpias. En paralelo, se plantea una mejora en la movilidad y la conectividad, incentivando el ecoturismo responsable, la movilidad activa y la creación de senderos contemplativos que revaloricen el entorno natural.

Asimismo, se impulsa un modelo urbano inclusivo, con una oferta diversa y accesible de viviendas centradas en el bienestar de sus habitantes, y con una red de espacios públicos destinados a la recreación, el deporte y la cultura. La renovación urbana se entiende como una oportunidad para consolidar un crecimiento controlado, integrando nuevas áreas al tejido urbano existente, mejorando la accesibilidad a infraestructuras y servicios, y promoviendo un desarrollo territorial equilibrado y sostenible.