En el marco del proyecto Playón Red, se rediseñó el pasaje interno de una manzana del barrio Playón de Chacarita, convirtiéndolo en un corazón de manzana público y vibrante. Previamente, al tratarse de un sector interno y degradado, era utilizado principalmente como un espacio de circulación, sobre el cual algunos vecinos expandían sus actividades económicas.

La transformación buscó convertir el pasaje en un punto de encuentro comunitario, buscando aprovechar las oportunidades de apropiación que habilita un espacio público de calidad. Para ello, se incorporaron canteros con vegetación que mejoran la transición entre los ingresos a las viviendas privadas y el espacio público, brindando mayor superficie absorbente y sombra al pasaje para mejorar la calidad del ambiente y fomentar su uso.

Además, se implementaron mejoras en la iluminación y se diseñó un mural en una de las fachadas. Este mural fue realizado en colaboración con un grupo de jóvenes pertenecientes a una organización social que trabaja en el barrio, fortaleciendo el sentido de pertenencia y participación comunitaria.